Soy la dueña (o madre adoptiva) de 2 galguitos desde  hace 8 años, Botas y Canela. Con ellos descubrí un mundo que me encantaba, en  mi casa siempre hay amor y travesuras. Como afición les he fabricado sus collares y ropa para que estuvieran cómodos y guapos.

Después de 20 años dedicada al ámbito comercial, decidí trabajar en algo que me permitiera estar en contacto con los animales, que realmente me hiciera feliz y me satisficiera  enormemente. Decidí dar el salto y convertir esa ilusión en mi día a día.

Espero que os gusten mis productos, están todos fabricados a mano de forma completamente artesanal.

Intento cuidar hasta el último detalle, ya que todo, está supervisado por mi, desde el pratronaje  hasta la última puntada, siempre teniendo en cuenta la raza del perrete, con sus propias personalidades y necesidades.

Vivimos en un mundo en el que, para muchos de nosotros, por suerte, los animales son nuestra familia incondicional. Lo más puro y honesto de nuestras vidas.

Priscilla Martínez

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